El ejercicio de esta semana del Complot de los Ácaros, una historia de miedo. Me resulta imposible, es más bien cómica:
"Sudaba copiosamente bajo las sábanas, aferrándolas con fuerza sobre su cabeza. Notaba las pequeñas gotas deslizándose por su cuello y por su espalda, pero era incapaz de mover un músculo, ni de gritar llamando a mamá.
Rezaba el "Jesusito de mi vida", la única oración que recordaba completa, suplicando quedarse dormido, atento a cada ruido mínimo de la noche. En la oscuridad retumbaban como estruendos.
No comprendía cómo mamá había reído y aplaudido emocionada cuando le mostró el diente sobre la palma de la mano. Recordaba perfectamente que hace apenas tres meses, gritó como una posesa llamando a papá, encaramada sobre una silla, cuando un ratón se coló en la cocina.
¿Qué tenía éste de diferente? Mágica o no, seguía siendo una rata.
A su amigo Juanjo le cambiaba cada diente por una moneda de dos euros. ¡A él no le importaba el dinero!¡Daría con gusto todos sus ahorros de la hucha por que no se presentara!
Sólo imaginarlo trepando por la colcha, correteando sobre su cuerpo, deslizándose bajo la almohada... se le erizaba cada pelo del cuerpo. Y su cola... no quería pensar en su cola delgada y peluda serpenteando junto a su cara.
Maldijo entre lágrimas a aquel ratón macabro empeñado en construir una mansión infinita con dientes ensangrentados."
miércoles, 19 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Miedo a mi no me daría porque sabes que para mi todo son criaturas del señor, pero es verdad eso de "macabro". Anda que no nos la dan con queso (nunca mejor dicho en este caso), cuando somos pequeños, nos lo creemos todo. La descripción de la sensación que tienes cuando estás muerto de miedo bajo las sábanas, sí que la has clavado, lo de los ruidos como si llevaras el whisper xl, el sudor, yo añadiría algo...como escuchas el sonido de tu corazón. A mi de pequeña me daba canguele abrir los ojos el día que venían los Reyes, anda que abrir los ojos y encontrarte a dos barbudos y un negro gordo...
Publicar un comentario